La Señal de la Cruz es un antiguo gesto y oración cristiana, que tiene sus orígenes en los primeros siglos del cristianismo, donde simbolizaba la crucifixión de Cristo y la fe del creyente en la Santísima Trinidad. La práctica varía entre las denominaciones: los católicos y los cristianos ortodoxos suelen hacer la señal con la mano derecha, comenzando desde la frente hacia el pecho y luego cruzando los hombros, mientras que algunos protestantes utilizan una versión más simple o la omiten por completo. Tiene un profundo significado, ya que sirve tanto como una declaración pública de fe como un gesto para invocar la protección y bendición de Dios.