La Oración de Jesús es una oración corta pero poderosa, enraizada en la tradición cristiana oriental, particularmente en las comunidades monásticas. Se cree que sus orígenes se remontan a la iglesia cristiana primitiva, donde fue promovida por los Padres del Desierto en el siglo IV como un medio para cultivar la paz interior y el constante recuerdo de Dios. La simplicidad y la claridad de la oración la convierten en una herramienta para la oración contemplativa, a menudo repetida como parte de la práctica de la Oración de Jesús para invocar la misericordia de Dios y fortalecer la relación con Cristo. Es ampliamente utilizada en las tradiciones ortodoxa oriental, católica oriental y algunas anglicanas, especialmente en el contexto de la disciplina espiritual y las prácticas ascéticas. La oración también es integral a la “Oración del Corazón” o “Hesiquia”, que se centra en la oración silenciosa y continua, y en lograr la unión espiritual con Dios. La oración se recita a menudo utilizando un cordón de oración (komboskini), con cada nudo representando una repetición de la oración, ayudando en las prácticas de oración enfocada y meditativa.